Estudié Administración y Dirección de empresas en la Universidad del País Vasco, donde me especialicé en marketing.

Empecé emprendiendo en Australia en el 2021. Allí acabé en un grupo llamado BNI, un grupo de networking (mi madre me preguntaba si era una secta cuando le contaba lo que hacíamos) para dueños de negocios. Había, por lo menos, 15 de estos grupos en Sydney, y todo el mundo buscaba lo mismo, clientes.

Mira si teníamos ganas de conseguir clientes que nos levantábamos a las 6 de la mañana todos los jueves para ir a desayunar y contar a todo aquél que estuviera allí lo que hacíamos. A veces iba a otros grupos a conocer a otra gente, y ellos venían al nuestro. Todos queríamos lo mismo. Más clientes.

En aquella época, bueno, y ahora también, estaba todo motivado con el emprendimiento y solía ir solo a seminarios. Un día fui a uno porque el que lo organizaba trajo a David Goggins a Australia (y al evento), igual tú también lo conoces. Justo antes de enterarme de este evento, me acababa de leer su primer libro (te lo recomiendo, se llama “Can’t Hurt Me”). Le di la mano e intercambié un par de palabras con él, y salí más motivado aún de lo que ya llegué.

La cosa es que el tío que organizaba este evento hacía publicidad en redes sociales para la gente, y después de su speech, fui directo a la mesa del fondo de la sala a comprar sus servicios. Lo necesitaba. Necesitaba clientes. Quería aprender cómo este hombre hacía eso que contaba, y pagué un pastizal por ello. Básicamente todo lo que tenía ahorrado. Me convenció con lo que contó, y con lo que contaban los clientes con los que había trabajado, y no tuve otra opción que hacerlo.

Bueno, la cosa es que me funcionó. No muy bien pero me funcionó y conseguí un par de clientes.

Ahora que sé lo que sé, me doy cuenta de que lo hicieron mal de cojones. Con pocas ganas desde luego. Pero me llevé algo muy importante de esto, el saber que había una forma muy efectiva de conseguir clientes a los negocios, y si ya sabía que todos los emprendedores de estos grupos que te comentaba tenían el mismo problema, ahora había encontrado una solución.

Además, yo venía de hacer fotografía y vídeo, y al descubrir la importancia del contenido audiovisual en este tipo de publicidad, supe que esto era lo que tenía que hacer a partir de entonces.

Así que después de haber hecho algo de dinero con los clientes que conseguí gracias al marketing y al grupo en el que estaba metido, invertí otro dineral en un programa en el que aún sigo, donde aprendo cada semana de algunos de los mejores publicistas en redes sociales del mundo.

Si supiera lo que sé ahora en aquel entonces, estoy seguro de que podría haber ayudado a conseguir clientes a prácticamente todas las personas que conocí en estos grupos. 

Claro que un día me di cuenta de que estaba demasiado lejos de casa, y que no quería seguir desarrollando una vida tan lejos de la gente que más me importa. Así que dejé todo en el mejor punto en el que había estado nunca y volví a empezar de 0, pero con las ideas muy claras

Además de ser una persona creativa, soy muy analítico y me encanta el mundo del emprendimiento, por lo que me apasiona ayudar a negocios a crecer a través de las nuevas tecnologías y estrategias digitales.